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Fuente: PORTAL VETERINARIA
www.portalveterinaria.com
Fecha: 30 de Agosto de 2019
El potencial impacto de la peste porcina africana (PPA) hace que todos los operadores conectados con las granjas no se puedan permitir ninguna deficiencia en lo que respecta a la bioseguridad y, en la mayoría de los países europeos, los fabricantes de piensos ya implementan medidas efectivas, según los datos del sector.
Fefac
La Federación Europea de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Fefac) representa a un total de 23 asociaciones nacionales de 23 estados de la Unión Europea así como las asociaciones de Suiza, Turquía, Serbia, Rusia y Noruega con un estatus de miembros asociados/observadores.
La industria europea de alimentos compuestos emplea a más de 100.000 personas en unas 3.500 fábricas.
Por otro lado, se estima que en la UE-28 los animales de producción consumen 830 millones de toneladas al año, un 20 % del cual lo producen las fábricas de pienso. En cuanto a los beneficios, se estiman unos 50 billones de euros para la industria de la alimentación compuesta a nivel europeo.
Legislación europea
La legislación europea a nivel de higiene del pienso (Reglamento CE nº 183/2005) establece una base sólida para el manejo de los posibles riesgos de diseminación de cualquier patógeno vía pienso: se han desarrollado guías de buenas prácticas a nivel nacional y a nivel de la UE para ayudar a los operadores a implementar programas de requisitos previos y procedimientos basados en el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC) para el control de peligros en los piensos.
También se requieren disposiciones adicionales para abordar el riesgo de diseminación de patógenos a través de otros vectores que no sean el pienso como, por ejemplo, vehículos y personal.
Recomendaciones de bioseguridad
Fefac se ha basado en datos nacionales y en el conocimiento adquirido por sus miembros gracias a brotes que tuvieron lugar en el pasado para emitir una guía* de «Recomendaciones para el desarrollo de un plan de bioseguridad a nivel del fabricante de piensos”.
El propósito de este documento es asegurar la máxima difusión de las mejores prácticas, teniendo en cuenta que el punto de partida para un plan de bioseguridad efectivo es el compromiso de los operadores y la adaptación al contexto local.
El enfoque de este documento está en las medidas de bioseguridad para las operaciones de abastecimiento de ingredientes para los piensos, transporte, almacenamiento, fabricación y entrega de piensos compuestos a las granjas. También cubre las visitas a granjas por parte del personal de la fábrica de piensos.
Estas recomendaciones están destinadas principalmente a operadores con sede en países donde todavía no existe una guía profesional/legal detallada para la redacción e implementación de planes de bioseguridad a nivel de fábrica de piensos. Además, Fefac recuerda que se deben considerar tanto la orientación nacional como los requisitos legales cuando corresponda.
Los principios básicos
Destinado al sector europeo de fabricación de piensos para animales, donde no existe una guía profesional o legal detallada para la redacción e implementación de planes de bioseguridad en las fábricas de piensos, el documento proporciona una visión general de los principios clave para la redacción de un plan de bioseguridad. Estos cuatro principios son:

Cada fabricante de piensos tiene que preparar un plan de bioseguridad, implementarlo y mantenerlo actualizado. Este plan tiene que estar basado en datos científicos y debe ser preparado por parte de un equipo de expertos que lo revisen, mantengan y adapten regularmente. Tiene que cubrir todas las operaciones desde la recogida en el campo de las materias primas hasta la entrega del pienso en granja, cumplir con la ley, incluir formación y planes de auditoría y unos requerimientos mínimos genéricos, así como considerar el riesgo para el personal.
Los requerimientos legales basados en la regulación de la higiene de los alimentos deben ser implementados de forma estricta con el objetivo de evitar que el pienso contenga patógenos. Esto significa que las materias primas deben incluir una trazabilidad clara, que la evaluación de riesgos tiene que identificar los factores de riesgo para la presencia de patógenos y que tiene que haber un plan APPCC operativo y activo con medidas de contingencia por si se diera el caso de la presencia de cualquier tipo de contaminación.
Las medidas deben prevenir la introducción de patógenos tanto a través de las materias primas como con cualquier otro ingrediente y deben incluir: control de plagas, higiene y desinfección de las instalaciones y medidas higiénicas para los trabajadores, las visitas, las cubas de pienso y cualquier otro vehículo.
Cualquier transporte y entrega de pienso, así como cualquier visita a granja, tiene que seguir unas normas claras a la hora de controlar la introducción de patógenos en la granja y la diseminación entre granjas. Esto incluye visitas restringidas por parte de los trabajadores de la fábrica, un plan de bioseguridad en la granja, evitar que los camiones de pienso entren en la zona limpia y establecer normas claras en cuanto a la ropa, a la limpieza y desinfección de vehículos y a la entrada de cualquier material desde el exterior.

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