Fecha: 21 de agosto de 2024
Fuente: PORTAL VETERINARIA
La guerra y el aumento del riesgo de epidemias
Situaciones de conflicto como la guerra en Ucrania aumentan significativamente el riesgo de epidemias. La interrupción o el cese de la vigilancia de la salud pública dificultan el seguimiento de estas enfermedades. En ciudades como Mariúpol, el suministro de agua se ha visto gravemente comprometido debido a daños en los sistemas de alcantarillado, lo que ha provocado que aguas residuales sin tratar se filtren en ríos y arroyos. A pesar de los riesgos, muchas personas continúan consumiendo agua contaminada.
Además, la falta de viviendas regulares y refugios adecuados ha reducido la ingesta calórica y ha incrementado los riesgos de contraer enfermedades infecciosas debido a la mala higiene y las condiciones sanitarias deficientes.
La vigilancia sanitaria se deteriora
Después de febrero de 2022, la vigilancia formal de la mayoría de las enfermedades infecciosas en Ucrania se detuvo casi por completo, y la notificación de enfermedades de declaración obligatoria disminuyó drásticamente. Aunque los sistemas formales continuaron informando sobre casos de botulismo, el análisis sugiere que las cifras reportadas son probablemente subestimadas.
Según datos del Ministerio de Salud de Ucrania, se registraron 39 casos de botulismo desde principios de 2024 hasta mediados de julio, en comparación con 45 casos en el mismo periodo del año anterior. Solo en junio, 15 personas fueron hospitalizadas con diagnóstico de botulismo, principalmente después de consumir pescado seco y carne enlatada casera.
El botulismo y la salmonelosis se disparan
Los datos de código abierto pueden ayudar a superar la falta de vigilancia formal de enfermedades mediante el uso de información de medios de comunicación, organizaciones médicas y redes sociales. Los científicos afirman que la inteligencia artificial (IA) puede generar señales de alerta temprana a partir de estos datos y proporcionar información epidemiológica valiosa en ausencia de vigilancia formal en zonas de conflicto.
Los investigadores identificaron 805 informes de brotes en EPIWATCH entre el 24 de febrero y el 31 de julio de 2022, en comparación con 259 informes recogidos tres meses antes del conflicto. Esto indica un aumento significativo durante la guerra. En el periodo de conflicto, los informes de botulismo aumentaron de 22 a 122, y los de salmonelosis de cuatro a 39.
La importancia de la inteligencia epidémica
Los investigadores destacaron la importancia de utilizar inteligencia epidémica de código abierto para obtener información sobre epidemias emergentes y prioridades de salud pública en zonas de conflicto, donde la vigilancia formal es limitada o inexistente. «Los aumentos en casos de cólera y gastroenteritis reflejan el deterioro de las condiciones de higiene y saneamiento durante el conflicto, incluyendo la falta de acceso a agua potable y letrinas, y la eliminación inadecuada de residuos fecales”, concluyeron.
Este estudio subraya la urgencia de abordar los problemas de salud pública y seguridad alimentaria en Ucrania, especialmente en el contexto de una guerra que ha desmantelado gran parte de la infraestructura sanitaria del país.