Fuente: EUROGANADERIA
Fecha: 2 de agosto de 2024
La apuesta por el bienestar de los animales se refleja en cada etapa del proceso productivo del sector porcino de capa blanca. Desde las granjas hasta los mataderos, las prácticas implementadas demuestran una dedicación profunda a la salud, la sostenibilidad y la calidad, que beneficia tanto a los animales como a los consumidores. En España, las normativas sobre bienestar animal son de las más estrictas y completas del mundo, e incluyen la limitación del tamaño de las granjas, la distancia mínima entre ellas, las condiciones de alimentación y descanso, y las medidas de bioseguridad durante el transporte. A estas hay que sumar diversas acciones de INTERPORC, la Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca, que inciden en el mantenimiento y la mejora del bienestar animal. Entre ellas destaca la creación del sello ‘B+ Compromiso Bienestar Animal’. Este sello cuenta con un reglamento técnico específico, desarrollado por un comité de expertos, que exige requisitos adicionales a las empresas que se adhieren al mismo. Estos requerimientos añadidos están basados en las cinco libertades y los 12 principios de bienestar animal de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Se trata de estándares aún más exigentes que los establecidos por la ley y cuyo cumplimiento, además, es verificado mediante auditorías externas realizadas por entidades acreditadas que garantizan la objetividad y el rigor en las evaluaciones. Aunque se trata de una certificación voluntaria, la gran cantidad de empresas que han optado por adherirse a ella demuestra la voluntad de transparencia y la mejora continua del sector porcino español en materia de bienestar animal.
El verdadero bienestar animal
El concepto de bienestar animal que contempla el sello ‘B+ Compromiso Bienestar Animal’ de INTERPORC se fundamenta en las cinco libertades establecidas por la OIE, que señalan que un animal debe estar libre de hambre, sed y desnutrición; libre de miedos y angustias; libre de molestias físicas y térmicas; libre de dolor, lesiones y enfermedades; y libre para expresar comportamientos naturales.
Estos principios se traducen en prácticas específicas en las granjas, como proporcionar suficiente espacio para que los cerdos puedan moverse libremente, diseñar alojamientos que aseguren su confort y seguridad, y ofrecer una dieta equilibrada supervisada por veterinarios. Este enfoque asegura asimismo que todos los cerdos reciban la cantidad adecuada de alimento, evitando la desnutrición y promoviendo un crecimiento saludable. Además, las prácticas de manejo incluyen la observación constante del estado de salud de los animales, permitiendo intervenciones rápidas en caso de enfermedad o lesión.
La bioseguridad es otro pilar fundamental del bienestar animal. Las medidas incluyen controles estrictos durante el transporte de los animales, protocolos de higiene rigurosos y la implementación de barreras físicas y sanitarias para proteger a los cerdos frente a las enfermedades. La formación continua de los trabajadores asegura que se mantengan altos estándares en todas las etapas de producción. Por otra parte, el bienestar animal no termina en la granja. Los mataderos en España están sujetos a estrictas regulaciones hasta el momento del sacrificio. Por ejemplo, los sistemas de grabación de imágenes en continuo en las áreas donde se encuentran animales vivos permiten monitorear y garantizar las buenas prácticas. Estas grabaciones se almacenan durante al menos un mes y están disponibles para los servicios veterinarios oficiales, lo que permite una vigilancia constante y la detección de cualquier irregularidad.
Beneficios para el consumidor
El impacto de estas medidas de bienestar animal va más allá del bienestar de los animales, pues también se mejora la calidad de los productos porcinos y los consumidores pueden estar seguros de que la carne que compran proviene de animales que han sido criados y manejados de acuerdo con los más altos estándares de bienestar. Esta confianza en la calidad y la ética de la producción porcina española impulsada por INTERPORC son factores clave para la reputación del sector a nivel internacional. Un reconocimiento a un sistema de producción que ha llevado a España a ser el segundo exportador mundial y el principal proveedor de productos porcinos en muchos de los mercados más importantes del mundo.
Aportaciones a la sostenibilidad
El compromiso con el bienestar animal también tiene implicaciones positivas para la sostenibilidad de toda la cadena sectorial, ya que las prácticas que promueven el bienestar animal a menudo van de la mano con aquellas que reducen el impacto ambiental.
Por ejemplo, las medidas de bioseguridad y las mejoras en las condiciones de alojamiento contribuyen a una producción más eficiente y sostenible. La reducción de enfermedades y el mejor manejo de los recursos son beneficios que se traducen en una menor huella ambiental y en un uso más responsable de los recursos naturales. Además, INTERPORC y el sector porcino español continúan innovando y buscando nuevas formas de mejora. Las investigaciones en bienestar animal y las colaboraciones con instituciones científicas y académicas permiten que las empresas estén a la vanguardia de las mejores prácticas tanto en producción como en alimentación, transporte, seguridad alimentaria… Y, por si fuera poco, la adopción de nuevas tecnologías y métodos, como la inteligencia artificial y el análisis de datos, prometen llevar las prácticas de bienestar animal a niveles aún más altos en el futuro.
Conclusiones
El sector porcino español ha demostrado que es posible combinar la producción eficiente y competitiva con altos estándares de bienestar animal. Con políticas claras, una implementación rigurosa y un enfoque constante en la mejora, España no solo mejora el bienestar de los animales, sino que también crea un valor añadido para todos los involucrados en la cadena de producción, desde los granjeros hasta los consumidores finales.
Este enfoque integrado, promovido por la Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca, tiene como resultado que los animales se desarrollen en mejores condiciones, que los ganaderos y productores puedan acceder más fácilmente a mercados que valoran la calidad y la ética, y que los consumidores reciban productos de alta calidad en los que pueden confiar. La adopción de tecnologías avanzadas, la formación continua y la mejora de las prácticas operativas son elementos clave en este éxito. El resultado es que el bienestar animal en el sector porcino español es un ejemplo de excelencia y compromiso. Las normativas estrictas, las certificaciones rigurosas y la adopción de prácticas innovadoras aseguran que los cerdos se desarrollen en condiciones óptimas y que los productos porcinos sean de la más alta calidad.
Este enfoque, además, fortalece la posición de España como líder en bienestar animal y producción porcina a nivel global. A través de la transparencia, la mejora continua y el compromiso con la sostenibilidad, el sector porcino español continúa demostrando que es posible combinar la ética con la eficiencia y la competitividad. Esta dedicación no solo satisface las demandas de los consumidores modernos, cada vez más preocupados por el origen y la ética de los productos que consumen, sino que también posiciona a España como un referente mundial en prácticas ganaderas responsables. Con un compromiso firme hacia el bienestar animal, el sector porcino español se asegura un futuro sostenible y próspero, donde la calidad y el respeto por los animales son prioritarios.