Fuente: RUMINEWS
Fecha: 3 de Agosto de 2023
Los virus que se mueven libremente en un mundo cada vez más globalizado no tienen límites geográficos establecidos en los mapas. El movimiento de personas como resultado de la inmigración o el turismo ha permitido que las enfermedades tropicales se propaguen en silencio y en las mejores condiciones. El cambio climático y las inundaciones han propiciado la aparición de nuevos vectores que pueden causar brotes de arbovirus. A finales de mes, la ONU alertó de que el cambio climático estaba poniendo en peligro a Europa, ya que podría enfrentar un aumento en el número de infecciones por mosquitos.
El mosquito tigre (‘Aedes albopictus’), una especie invasora procedente del sudeste asiático, ha llegado a nuestro país y se ha establecido en la costa mediterránea, en Andalucía y en Madrid, transmitiendo enfermedades como el dengue, el chikungunya y el zika. El mosquito de la fiebre amarilla, Aedes aegypti, ha llegado al archipiélago canario y el mosquito japonés, Aedes japonicus, de la misma familia del tigre, también puede transmitir enfermedades como la fiebre del Nilo Occidental (FNO), y ya se encuentra en Cantabria y Asturias.
La ONU está preocupada por los datos en el viejo continente, ya que en 2013, el mosquito tigre solo estaba presente en ocho países de la Unión Europea, afectando 114 regiones. Actualmente se encuentra en 13 países y 337 regiones en 2023.
Sarah Delacour, quien es investigadora y profesora del departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y miembro de la Red Nacional de Entomología Digital (ReNED), sostiene que la presencia de mosquitos no implica necesariamente la existencia de dengue en el país. La situación epidemiológica en Europa ha experimentado un cambio debido al cambio climático, el cual ha generado un aumento en la cantidad de individuos de la especie «tigre» o de otras especies del género «aedes» que son capaces de propagar enfermedades. No obstante, la presencia de mosquitos no implica la aparición de una epidemia de enfermedades como el zika o el dengue. Aunque afortunadamente no estamos en esa situación, señala que existe un riesgo. En Europa, por otro lado, el pasado genera incertidumbre.
1,133 casos humanos
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha declarado que en 2022 se alcanzaró un punto máximo en cuanto a casos de enfermedades tropicales adquiridas localmente. El virus del Nilo Occidental ha causado 1.113 casos y 92 muertes en 11 países. Este es el mayor número de casos desde el punto más alto de la epidemia en 2018.
En el verano de 2020, España experimentó su brote más grave, con 77 infecciones (56 en Sevilla, 15 en Cádiz y seis en Badajoz) y ocho muertes. En 2021, la tasa de infección fue menor y España registró siete casos, uno de los cuales fue fatal, mientras que en 2022, se registraron cuatro casos en Andalucía y Cataluña.
Italia tuvo el peor desempeño, registrando un total de 723 el año pasado. La Unión Europea registró 71 casos de dengue en 2022, lo que representa el número total de infectados entre 2010 y 2021. Francia registró 65 casos de infección por dengue en seis brotes diferentes, mientras que España registró seis casos de dengue adquiridos localmente.
Según el ECDC, con el tiempo, el Mediterráneo será el principal foco de infecciones, con un número de brotes «preocupante». Celine Gossner, experta en enfermedades emergentes y transmitidas por vectores, como los mosquitos, afirma que el aumento de los casos de dengue no es una sorpresa, ya que el clima mediterráneo ha convertido al mosquito tigre en su hábitat ideal. La directora del ECDC, Andrea Ammon, afirma que en los últimos años se ha observado una expansión geográfica de los mosquitos invasores en áreas de la UE que antes no estaban afectadas. Ammon señala que si esto continúa, habrá más casos y posiblemente muertes por enfermedades como el dengue o la fiebre del Nilo Occidental.
Cautela sin miedo
Aunque el ECDC y la OMS expresen preocupación por los casos locales, los expertos, como Rogelio López-Velez, investigador de enfermedades infecciosas del Instituto del Hospital Ramón y Cajal y miembro del Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirman que en España no se espera un «repunte inminente» de estas enfermedades. «La precaución y la cautela son una cosa, y el pánico es otra. España no será un paraíso de enfermedades tropicales donde se pueda contraer fácilmente la dengue o la zika en la calle».
Según López-Velez, para prevenir enfermedades graves, es importante enfocarse en investigar métodos para controlar las poblaciones de mosquitos, mejorar la vigilancia epidemiológica y implementar protocolos de protección personal.